lunes, 24 de enero de 2011
La calçotada y la salsa de la vida
Los calçots van ganando popularidad año tras año. No sólo están buenos, también son divertidos y son motivo de encuentro; toda una actividad lúdica. La tradición invita a comerlos de pie (aunque la otra nos sienta), con babero y con cava. Se sirven en tejas, se pelan con las manos, se mojan en una salsa única y... el delirio continúa con carnes a la brasa, guarnición, bebidas y crema catalana entre otros postres. Advertencia: ¡sólo están disponibles desde principios de diciembre hasta finales de abril! Lugar: preferentemente, Tarragona. De Raúl Camañas y Oriol Malet (ilustración).
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Esa cabecera culinaria!
ResponderEliminarjajaja! Con un toque a la catalana!
ResponderEliminarQué trabajo tan agradable, amigo y compañero. Enhorabuena.
ResponderEliminarDelicioso grafico! que envidia, como me gustaria una calçotadaen vez de tantas burgers. enhorabuena
ResponderEliminarGracias Javier! Haznos una visita y serás la excusa perfecta!
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