

El hospital de la Santa Creu i Sant Pau es una de las principales joyas arquitectónicas de Barcelona, a pesar de no ser tan conocida como otras, véase: el Palau de la Música Catalana, obra del mismo arquitecto, o La Pedrera, de Antoni Gaudí. De estilo modernista, en 1997 fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco. Y aunque su progresiva adaptación a las necesidades sanitarias ha ido menoscabando la belleza del recinto, el traslado del centro hospitalario y una reforma de ocho años y 178 millones de euros revertirá esta tendencia. De Alan Jürgens.
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